sexta-feira, 9 de dezembro de 2011

"Adviento - Inmaculada"

Carta del Asistente «Pro-Monialibus»
Fr. Joaquín Domínguez Serna ofm

A la atención de la Madre presidenta

y de las hermanas de la Federación Bética,
Santa María de Guadalupe,
de la Orden de la Inmaculada Concepción.



Mis muy queridas hermanas: Paz y bien en el Señor y en su Madre Inmaculada.
Al acercarse la Solemnidad de la Virgen Inmaculada, como es ya una costumbre, me quiero hacer presente nuevamente entre vosotras con el fin de desearos toda felicidad y paz en estos días tan especiales en los Monasterios de la Concepción y para la Iglesia al mismo tiempo que trasmitiros, en la medida de mis posibilidades, todo el impulso y ánimo de parte de Dios para que mantengáis viva y con firmeza la llama de la fe y el ardor de la fidelidad.
1. Adviento

Al empezar el tiempo de Adviento volvemos a caer en la cuenta de que Dios viene, que sigue viniendo, que se acerca y cumple la promesa de revelarnos cuál es su nombre y también cuál es su verdadero designio. La Iglesia quiere que meditemos en este misterio que acorta la lejanía y que mata el mal de ausencia. Es Dios, el mismo Dios, el que decide acercarse, estar presente… y tocar nuestra realidad, nuestra indigencia, nuestras pocas posibilidades…
A partir del anuncio de las promesas todo empieza a cambiar, ya se anuncia que las frustrantes tinieblas no van a tener siempre razón, que la cerrazón de los corazones no tienen la última palabra, que la naturaleza y la humanidad que giran sobre sí mismas no tienen futuro. Ahora se advierte que Dios ha decidido venir al encuentro de la humanidad y de cada hombre en su limitación, en su fragilidad y en su poquedad. Pero ahí justamente contemplamos el inconcebible misterio de la Encarnación del Verbo. Y a partir de ese momento hemos empezado el tiempo de Dios, el tiempo futuro, el tiempo nuevo.
Además, este tiempo nuevo viene lleno de misterios y de paradojas, tales como el silencio, la noche, el mensaje velado y una promesa desconcertante que llena de esperanza a todos los hombres de la tierra: “para Dios no hay nada imposible”.
Este anuncio nos llena de consuelo y alegría, pero también nos abre más y más al expectante lenguaje de la fe: “dichosa tú, María, que has creído, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá”.
En este tiempo de muchas incertidumbres, la fe, nuestra fe en Dios que ha enviado a su Hijo Jesús, es nuestro verdadero tesoro escondido, nuestra verdadera perla. Aun a pesar de los muchos signos que nos hablan de desencanto, de malestar, de callejones sin salidas, nuestra esperanza se hace verdad en la medida en que nos adentrarnos en la lógica de la fe, basada en la gratitud y en la humildad: “Engrandece mi alma al Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador, porque ha mirado la humillación de su esclava”. Ahora, al igual que en Belén y en todos los otros Nazaret del mundo somos llamados a anunciar la Gloria de Dios que ha aparecido en la tierra y que se manifiesta en cada hombre y en cada acontecimiento: “El mismo Señor que se nos mostrará entonces lleno de gloria viene ahora a nuestro encuentro en cada hombre y en cada acontecimiento, para que lo recibamos en la fe y por el amor demos testimonio de la esperanza dichosa de su reino” (Prefacio III de Adviento).
2. Inmaculada
En María resplandece la sublime y sorprendente ternura de Dios hacia todo el género humano: en ella la humanidad recobra su antigua belleza, y el plan divino se manifiesta más fuerte que el mal, capaz de ofrecer posibilidades siempre nuevas de vida y de salvación. ¡Qué grandes perspectivas abre el misterio de la Inmaculada!, decía el Beato Juan Pablo II:
• A la mujer de este tiempo, que busca, a veces de manera ardua, su auténtica dignidad, la Toda Hermosa muestra las grandes posibilidades que encierra el genio femenino cuando está impregnado por la gracia.
• A los pequeños y a los jóvenes, que miran con confianza, no exenta de temor, hacia el futuro, María les recuerda que el Señor no defrauda las profundas expectativas de la persona y sale al encuentro de quienes desean construir un mundo más fraterno y solidario.
• A los que se hallan inmersos en el mal y el pecado, pero que sienten la nostalgia del bien, la Inmaculada les señala posibilidades concretas de rescate en la búsqueda sincera de la verdad y en el abandono confiado en las manos del Señor.
• A los que sufren en el cuerpo y en el espíritu, así como a los humillados de la historia, la Virgen les anuncia el Dios de la vida, que invita a sus hijos a la alegría y a la libertad, a pesar de las duras consecuencias del pecado que desfiguran al mundo.
• La Iglesia misma, viendo en la Virgen Inmaculada su comienzo y su modelo, se redescubre como obra de la Iglesia de Dios, llamada a realizar, aun en medio de ambigüedades y las tentaciones del mundo, la sublime vocación de «esposa de Cristo llena de juventud y de limpia hermosura» (Prefacio de la Inmaculada).
En el clima del Adviento, tiempo de ferviente espera de la Navidad, esta solemnidad nos recuerda que también nosotros estamos llamados a ser «santos e inmaculados» (Ef 1, 4), (cf. Juan Pablo II, Angelus en la Solemnidad de la Inmaculada, 1995).
3. Vocación concepcionista

Ha terminado este año jubilar, tan lleno de bellos y abundantes frutos. Han sido numerosas las iniciativas generales, de la Orden y de los Monasterios a través de las cuales hemos celebrado los 500 años de la aprobación Regla. Sería también un bello fruto desear tener suficiente silencio y estudio para asimilar cuanto de bueno y generoso nos ha concedido el Señor durante este año: gratias agimus tibi (¡Te damos gracias, Señor!). Toca ahora, pues, ese tiempo en donde esparcida la semilla, en lo oculto de la tierra, resurja el fruto y una abundante cosecha. Así se lo pedimos a la Madre Inmaculada y a su fiel hija Beatriz.
Que el Dios Fiel y lleno de ternura que se nos manifestó en el Niño envuelto en pañales en Belén, acompañado de su buena Madre, la Virgen Inmaculada, os conceda una feliz jornada de la Concepción y os bendiga siempre.
1 de diciembre de 2011

quinta-feira, 8 de dezembro de 2011

AVÉ MARIA PURÍSSIMA

A TODAS LAS HERMANAS

DE LA CONFEDERACION
SANTA BEATRIZ DE SILVA


Queridas Hermanas.
Me acerco por primera vez a vosotras, como Coordinadora de la Confederación en este marco del Adviento y nuestra Madre Inmaculada. Y lo hago con cierto “temor y temblor” por este servicio que se me ha confiado. Pero también con mi confianza puesta en el Señor y en vosotras que me ayudaréis con vuestra oración y colaboración.
Somos una familia que ha ido creciendo en estos años donde, juntas, hemos hecho un camino y hemos compartido formación, celebraciones etc. y esto ha hecho que nos conozcamos y nos queramos como hermanas, compartiendo un precioso Carisma en la Iglesia. Todo ello es motivo para sentirme apoyada y arropada por todas vosotras, especialmente por las que he podido conocer personalmente y relacionarme más de cerca. Y quiero dar mi agradecimiento especial, en nombre de toda la Confederación, a nuestra Hermana Maria de la Cruz Alonso, por su entrega incondicional a la Orden y por su interés por la formación en la que todas hemos salido enriquecidas.
Creo, sin duda, que este servicio lo tenemos que hacer entre todas, pues somos miembros de un mismo Cuerpo y compartimos una misma espiritualidad. Y es esto es lo que sin cesar nos está pidiendo la Iglesia, vivir y trabajar en COMUNIÓN; y es lo que el mundo necesita ver en nosotras: nuestra comunión.
Comenzamos el Tiempo fuerte de Adviento, tiempo de espera y esperanza, tiempo para una mirada contemplativa honda, acogedora, como lo hizo María, quien nos enseña a mirar y a esperar… pero sobre todo nos enseña a acoger la Vida para hacerla presente en nuestro hoy, y nos dice cómo tiene que ser nuestro “mirar”, a la manera de Dios: amándolo, compadeciéndose, involucrándose… María nos lleva de la mano y nos conduce a vivir sus actitudes, su confianza, su fiat siempre renovado en cada una de nosotras, porque eso tiene que ser una concepcionista, una prolongación del Sí de María, una presencia del Dios de la Vida, y aprender de ella lo que nos dicen nuestras Constituciones: “En existencia humilde y en actitud permanente de fe, María responde al amor infinito de Dios con su Fiat”. (CC GG. 10).
La Solemnidad de la Inmaculada Concepción nos lleva a contemplar de nuevo a María como nos la presenta la Regla nº 6: “Hecha tálamo celeste y singular del Rey Eterno”. María Inmaculada, la Tota Pulchra, espejo radiante donde nos miramos cada una, para ser cada vez más esa imagen y ese proyecto que Dios ha soñado para nosotras.
Adviento e Inmaculada, están muy unidos, y desde aquí se nos invita a nacer de nuevo, a vivir una nueva esperanza…”Brotará un renuevo y de su raíz florecerá un vástago” (Is 11,1). María nos trae a Jesús, el Salvador y con Él se iluminan todas las sombras y se llena de sentido y de gozo nuestra vida.
Queridas hermanas, vivamos este momento nuestro de la historia, como hora de gracia, sintiéndonos pertenencia unas de otras como Iglesia, como Orden, y con una misión concreta recibida del Señor. Recordamos las palabras que nos dijo en Toledo el Ministro General: “Vuestra contemplación es misión, vuestra existencia vivida en amor, fidelidad y alegría será misionera” (II Congreso internacional, mayo2011).
Que nuestra Santa Madre Beatriz nos ayude a vivir desde este espíritu y compromiso, y nos enseñe a acoger el don recibido como ella lo supo acoger y hacer fructificar.
Feliz día de la Inmaculada para todas y una felicitación a las que lleváis los bonitos nombres de Inmaculada, Concepción, Purísima…
Un abrazo grande y fraterno para todas y la súplica de una oración por esta hermana vuestra. Sé que cuento con ella. Por tanto ¡GRACIAS DE CORAZÓN!
Madre Maria Celina Arranz oic
Coordinadora de la Confederación Sta. Beatriz de Silva
Peñaranda de Duero, 25 de noviembre de 2011

quarta-feira, 7 de dezembro de 2011

9º Dia
NOVENA DA IMACULADA CONCEIÇÃO
1. Celebramos (...) a (...) Imaculada Conceição da Bem-Aventurada Virgem Maria, data tão querida ao povo cristão. Ela insere-se bem neste clima do Advento e ilumina com esplendor de luz puríssima o nosso itinerário espiritual rumo ao Natal.
Contemplamos hoje a humilde jovem de Nazaré preservada, com privilégio extraordinário e indizível, da contaminação do pecado original e de qualquer culpa, para poder ser morada digna do Verbo encarnado. Em Maria, nova Eva, Mãe do novo Adão, o admirável e originário desígnio de amor do Pai é estabelecido de maneira ainda mais admirável. Por isso, a Igreja reconhecida aclama: "Através de Ti, Virgem Imaculada, reencontramos a vida: concebeste por obra do Espírito Santo e o mundo recebeu de Ti o Salvador" (Liturgia das Horas, Memória de Santa Maria, sábado, Antífona ao Benedictus).
2. A liturgia de hoje repropõe a narração evangélica da Anunciação. A Virgem, ao responder ao Anjo, proclama: "Eis a escrava do Senhor. Faça-se em mim segundo a tua palavra" (Lc 1, 38). Maria dá o seu consentimento total com a mente e o coração aos arcanos desígnios divinos e dispõe-se a receber, primeiro na fé e depois no seio virginal, o Filho de Deus.
"Eis!". Esta sua adesão imediata à vontade divina constitui um modelo para todos nós, crentes, para que nos grandes acontecimentos, como também nas vicissitudes quotidianas, nos entreguemos totalmente ao Senhor.
Com o testemunho da sua vida, Maria encoraja-nos a acreditar no cumprimento das promessas divinas. Chama-nos ao espírito de humildade, justa atitude interior da criatura em relação ao Criador; exorta-nos a ter total esperança em Cristo, que realiza plenamente o desígnio salvífico, mesmo quando os acontecimentos se demonstram obscuros ou difíceis de aceitar. Como estrela resplandecente, Maria guia os nossos passos ao encontro do Senhor que há-de vir.
3. Caríssimos Irmãos e Irmãs! Dirijamos o olhar para a Imaculada toda Santa e toda Bela. Maria, nossa Advogada, Mãe do "Rei da paz", que esmaga a cabeça da serpente, ajude todos nós, homens e mulheres do terceiro milénio, a resistir às tentações do mal, fortaleça nos nossos corações a fé, a esperança e a caridade a fim de que, fiéis à nossa chamada, saibamos ser, ao preço de qualquer sacrifício, destemidas testemunhas de Jesus Cristo, Porta Santa da salvação eterna.
(Solenidade da Imaculada Conceição da Bem-Aventurada Virgem Maria, Beato João Paulo II, "Angelus", 8 de Dezembro de 2000)

terça-feira, 6 de dezembro de 2011

Carta de la Madre Presidenta
en la solemnidad de la Inmaculada

A TODAS LAS HERMANAS
DE LA FEDERACIÓN SANTA MARIA DE GUADALUPE


María Inmaculada
Reina y Madre
de la Orden de la Inmaculada Concepción


Mis queridas hermanas: al acercarse la gran fiesta de nuestra Madre Inmaculada, quiero estar cerca de vosotras y que mi presencia sea punto de encuentro y comunión. Os tengo cada día y en cada momento muy presentes dentro de mí y aunque sea en la forma sencilla de una carta, con ella va todo mi corazón y mi cariño.
Quisiera compartir algunas consideraciones sobre el misterio que inspira nuestra existencia y vocación.
En la significación del misterio de la Concepción Inmaculada de María está la iniciativa de Dios que tiene soberanía en la vida del hombre. Pero también hay otro misterio, la libertad del hombre que Dios nos ha regalado y que podemos utilizarla para construir el Reino o para demolerlo. Ya tomemos un camino u otro, Dios nos sostiene con su misericordia.
La Inmaculada toca lo más profundo de nuestro ser para dar una respuesta a Dios desde la libertad, tal y como ella lo hizo cuando el ángel le planteó el plan que Dios, desde toda la eternidad, había pensado para ella.
María es la perfecta redimida por Dios y ella la perfecta disponible al proyecto de Dios sobre el hombre. María, es la mujer más cercana a Dios, la más cercana a la divinidad. Las hermanas Concepcionistas vamos a la zaga de María. Si queremos vivir nuestro don vocacional, hemos de tener cariño de hijas para imitar a la Madre, copiar en lo más posible sus actitudes de vida y de entrega para servir al Hijo. No olvidemos que estamos en la Iglesia para el servicio, la contemplación y la celebración activa del misterio de María Inmaculada. (Cf CC.GG 9)
“En existencia humilde y en actitud permanente de fe, María responde al amor infinito de Dios con su Fiat engendrando al Hijo de Dios y convirtiéndose en cauce de salvación para todo el género humano”. (CC.GG.10)
Nosotras, hermanas Concepcionistas, estamos llamadas a vivir estas realidades y estar abiertas al Espíritu como María, con generosidad a las iniciativas del Padre sobre nuestras vidas, para ser de este modo, prolongación activa de la historia de la salvación para toda la Iglesia.
Nuestra vida de silencio y escucha de la Palabra ha de ser cuidada y mimada en nuestras comunidades. Es ese silencio habitado que nos hace disfrutar en lo profundo de nuestro corazón, del deseo, ilusión y necesidad de donación que el Espíritu deposita dentro de nosotras cada día, cuando el Cuerpo y la Sangre de Cristo Redentor se funde con nuestra débil pero entregada y generosa realidad.
Es importante la escucha atenta de la Palabra, el deseo profundo de identificarnos con el mensaje que nos trasmite, estar cada día más atentas a la llamada del Maestro interior, leer los acontecimientos con los ojos y los sentimientos de Jesucristo, desde una fe profunda y confiada, creyendo en él y siguiendo su Evangelio. Todo ello conlleva despojo, renuncia a nuestros intereses, educar a ese pequeño yo que nos quiere dominar siempre alegando derechos y que solo, en contadas ocasiones, nos susurra deberes.
Se me ocurre pensar en las “capas de cebolla” que se nos han ido adhiriendo con el paso del tiempo y para deshacernos de ellas nos pican los ojos y las vamos dejando y acumulando cada vez más. Creo que es necesario despojarse con paciencia, y volver a estar desnudas delante de Dios, volver a ese primer amor inicial donde todo es frescura y donación generosa.
Hermanas, os deseo para estos días una vivencia intensa y reflejada en las hermanas, del Misterio de la Inmaculada Concepción. Que ella, como buena Madre, nos enseñe a caminar por este “divino camino” que su Hijo nos ha regalado y en el que sólo podemos ser felices, cuando seguimos sus pasos, cuando miramos con sus ojos, cuando derrochamos misericordia con las hermanas.
Muchas felicidades para este día grande y hermoso.
Madre Maria de la Cruz Alonso Paniagua oic
8º Dia
NOVENA DA IMACULADA CONCEIÇÃO
1. Com a recitação do "Angelus", repetimos todos os dias três vezes: "Et Verbum caro factum est - O Verbo fez-se homem". No tempo de Advento estas palavras evangélicas assumem um significado ainda mais intenso, porque a liturgia nos faz reviver o clima da expectativa da Encarnação do Verbo. Por isso o Advento oferece o contexto ideal para a solenidade de Maria Imaculada. A humilde jovem de Nazaré, que com o seu "sim" ao anjo mudou o curso da história, foi preservada de qualquer mancha de pecado desde a sua concepção. Foi precisamente ela que beneficiou primeiro da obra de salvação realizada por Cristo, escolhida desde a eternidade para ser Sua mãe.
2. Por esta razão, hoje os nossos olhos permanecem fixos no mistério da sua Imaculada Conceição, enquanto o coração se abre para um cântico geral de agradecimento. A liturgia realça os prodígios que Deus realizou por seu intermédio: "A alegria que Eva nos tirou, tu no-la dás no teu Filho, e abres o caminho para o reino dos céus" (Hino das Laudes). Ao mesmo tempo, somos convidados a imitá-la: Maria agradou a Deus devido à sua dócil humildade. Ao mesmo tempo respondeu: "Ecce Ancilla Domini, fiat mihi secundum verbum tuum" (Lc 1, 38). "Eis aqui a serva do Senhor"! É com esta mesma disposição interior que os crentes são chamados a acolher a vontade divina em todas as circunstâncias.
3. "Seguimos-Te Virgem Imaculada, atraídos pela tua santidade" (Antífona das Laudes). Assim nos dirigimos hoje a Maria, conscientes das nossas fraquezas, mas com a certeza da sua ajuda materna e constante. (...) Peçamos agora à Virgem Imaculada que ajude todos os cristãos a serem discípulos autênticos de Cristo, para que eles tenham uma fé sempre mais pura, uma esperança mais firme e uma caridade mais generosa.
(Solenidade da Imaculada Conceição da Bem-Aventurada Virgem Maria, Beato João Paulo II, "Angelus", 8 de Dezembro de 2002)

segunda-feira, 5 de dezembro de 2011

7º Dia
NOVENA DA IMACULADA CONCEIÇÃO

1. Celebramos (...) a (...) Imaculada Conceição da Bem-Aventurada Virgem Maria. Recordamos a intervenção extraordinária, mediante a qual o Pai celeste preservou do pecado original Aquela que seria a Mãe do seu Filho feito homem. Para Maria, que resplandece no Céu no centro da assembleia dos Beatos, se dirige hoje o olhar de todos os crentes. Voltam à mente as palavras que Dante, no trigésimo segundo cântico do Paraíso, ouve dirigir a si por São Bernardo, última guia da sua peregrinação ultraterrena: "Volta a olhar para o rosto que tem Cristo / quanto mais se parece: só a sua clareza / unicamente te pode dispor a ver Cristo" (vv. 85-87). É o convite a contemplar o rosto de Maria, porque, mais do que qualquer outra criatura, a Mãe assemelha-se com o Filho Jesus. O esplendor que se irradia daquele rosto pode ajudar Dante a suster o impacto com a visão solene do rosto glorioso de Cristo.
2. Como é preciosa a exortação do Santo Doutor da Igreja para nós peregrinos na terra, enquanto comemoramos com alegria a "Toda Bela"! Mas a Imaculada convida-nos a não determos o nosso olhar sobre ela e a ir além, penetrando na medida do possível o mistério em que foi concebida: isto é, o mistério de Deus Uno e Trino, repleto de graça e de fidelidade. Assim como a lua brilha com a luz do sol, também o esplendor imaculado de Maria é totalmente relativo ao do Redentor. A Mãe envia-nos para o Filho; passando através dela chega-se a Cristo. Por isso, oportunamente, Dante Alighieri observa: "só a sua clareza te pode dispor a ver Cristo".
3. (...) Para ganhar confiança e dar sentido à vida, os homens precisam de se encontrar com Cristo. E a Virgem é a orientação certa para a fonte de luz e de amor que é Jesus: prepara-nos para o encontro com Ele. O povo cristão compreendeu com sabedoria esta realidade de salvação e, dirigindo-se à "Toda Santa", com filial confiança a implora assim: "Iesum, benedictum fructum ventris tui, nobis post hoc exilium ostende. O clemens, o pia, o dulcis Virgo Maria Mostra-nos, depois deste exílio, Jesus, o bendito fruto do teu ventre. Ó clemente, ó pia, ó doce Virgem Maria".
Solenidade da Imaculada Conceição da Bem-Aventurada Virgem Maria, Beato João Paulo II, "Angelus", 8 de Dezembro de 2001

domingo, 4 de dezembro de 2011

6º Dia
NOVENA DA IMACULADA CONCEIÇÃO
(...) uma das festas mais bonitas e populares da Bem-Aventurada Virgem: a Imaculada Conceição. Maria não só não cometeu pecado algum, mas foi preservada até da herança comum do género humano que é o pecado original. E isto devido à missão para a qual Deus a destinou desde o início: ser a Mãe do Redentor. Tudo isto está contido na verdade da fé da "Imaculada Conceição". O fundamento bíblico deste dogma encontra-se nas palavras que o Anjo dirigiu à jovem de Nazaré: "Salve, ó cheia de graça, o Senhor está contigo" (Lc 1, 28).
"Cheia de graça" (...) é o nome mais bonito de Maria, nome que lhe foi conferido pelo próprio Deus, para indicar que ela é desde sempre e para sempre a amada, a eleita, a predestinada para acolher o dom mais precioso, Jesus, "o amor encarnado de Deus" (Enc. Deus caritas est,12).
Podemos perguntar: por que, entre todas as mulheres, Deus escolheu precisamente Maria de Nazaré? A resposta está escondida no mistério insondável da vontade divina. Contudo há uma razão que o Evangelho ressalta: a sua humildade. Ressalta isto muito bem Dante Alighieri no último Canto do Paraíso: "Virgem Mãe, filha do teu Filho, / humilde e alta mais do que criatura, / fim firme do conselho eterno" (Par. XXXIII, 1-3). A própria Virgem no "Magnificat", o seu cântico de louvor, diz isto: "A minha alma glorifica o Senhor... porque pôs os olhos na humildade da sua serva" (Lc 1, 46.48). Sim, Deus foi atraído pela humildade de Maria, porque achou graça diante dos olhos de Deus (cf. Lc 1, 30). Tornou-se assim a Mãe de Deus, imagem e modelo da Igreja, eleita entre os povos para receber a bênção do Senhor e difundi-la a toda a família humana. Esta "bênção" mais não é do que Jesus Cristo. É Ele a Fonte da graça, da qual Maria foi repleta desde o primeiro momento da sua existência. Acolheu Jesus com fé e com amor o deu ao mundo. Esta é também a nossa vocação e a missão da Igreja: acolher Cristo na nossa vida e doá-lo ao mundo, "para que o mundo seja salvo por Ele" (Jo 3,17).
(...) a (...) festa da Imaculada ilumina como um farol o tempo do Advento, que é tempo de vigilante e confiante expectativa do Salvador. Enquanto nos encaminhamos ao encontro do Deus que vem, olhamos para Maria que "brilha como sinal de esperança segura e de consolação aos olhos do Povo de Deus peregrino" (Lumen gentium, 68).
(Solenidade da Imaculada Conceição da Bem-Aventurada Virgem Maria, Bento XVI, "Angelus" - Praça de São Pedro, 8 de Dezembro de 2006)

sábado, 3 de dezembro de 2011

5º Dia
NOVENA DA IMACULADA CONCEIÇÃO
(...) celebramos a (...) Imaculada Conceição. É [um tempo] de intenso júbilo espiritual, no qual contemplamos a Virgem Maria, "humilde e a mais excelsa das criaturas / ponto fixo de eterno conselho", como canta o sumo poeta Dante (Par., XXXIII, 3). Nela resplandece a eterna bondade do Criador que, no seu desígnio de salvação, a escolheu para ser a mãe do seu Filho unigénito e, em previsão da morte de Cristo, a preservou de toda a mancha de pecado (cf. Oração da Colecta). Desta maneira, na Mãe de Cristo e nossa Mãe realizou-se perfeitamente a vocação de cada ser humano. Todos os homens, recorda o apóstolo Paulo, estão chamados para que sejam santos e sem defeito diante d'Ele, no amor (cf. Ef 1, 4). Ao dirigir o olhar para Nossa Senhora, como não deixar que ela desperte em nós, seus filhos, a aspiração pela beleza, pela bondade, e pela pureza do coração? A sua pureza celestial leva-nos para Deus, ajudando-nos a superar a tentação de uma vida medíocre, feita de compromissos com o mal, para nos orientarmos decididamente para o bem autêntico, que é fonte de alegria. (...)
(Solenidade da Imaculada Conceição da Bem-Aventurada Virgem Maria, Bento XVI, "Angelus" - Praça de São Pedro, 8 de Dezembro de 2005)

sexta-feira, 2 de dezembro de 2011

4º Dia
NOVENA DA IMACULADA CONCEIÇÃO
(...) O mistério da Imaculada Conceição de Maria, (...), recorda-nos duas verdades fundamentais da nossa fé: antes de tudo, o pecado original e, depois, a vitória da graça de Cristo sobre ele, vitória que resplandece de modo sublime em Maria Santíssima. A existência do que a Igreja chama "pecado original", infelizmente é de uma evidência esmagadora, basta olharmos à nossa volta e, em primeiro lugar, dentro de nós. Com efeito, a experiência do mal é tão consistente que se impõe por si só e suscita em nós a pergunta: de onde provém? Especialmente para o crente a questão é ainda mais profunda: se Deus, que é Bondade absoluta, criou tudo, de onde vem o mal? As primeiras páginas da Bíblia (Gn 1-3) respondem exactamente a esta pergunta fundamental, que interpela todas as gerações humanas, com a narração da criação e da queda dos progenitores: Deus criou tudo para a existência, em particular criou o ser humano à sua imagem; não criou a morte, mas ela entrou no mundo por inveja do demónio (cf. Sb 1, 13-14; 2, 23-24), que ao revoltar-se contra Deus, atraiu para o engano também os homens, induzindo-os à rebelião. É o drama da liberdade, que Deus aceita até ao fim por amor, prometendo contudo que haverá um filho de mulher que esmagará a cabeça da antiga serpente (Gn 3, 15).
Por conseguinte, desde o princípio "o eterno conselho" como diria Dante tem um "termo fixo" (Paraíso, XXXIII, 3): a Mulher predestinada para ser mãe do Redentor, mãe d'Aquele que se humilhou até ao extremo para nos reconduzir à nossa originária dignidade. Esta Mulher, aos olhos de Deus, desde sempre tem um rosto e um nome: "cheia de graça" (Lc 1, 28), como foi chamada pelo Anjo que a visitou em Nazaré. É a nova Eva, esposa do novo Adão, destinada a ser mãe de todos os remidos. Assim escrevia Santo André de Creta: "A Theotókos Maria, o refúgio comum de todos os cristãos, foi a primeira a ser libertada da primitiva queda dos nossos progenitores" (Homilia IV sobre a Natividade, pg 97, 880 a). E a liturgia hodierna afirma que Deus "preparou uma digna morada para o seu Filho e, em previsão da sua morte, preservou-a de toda a mancha de pecado" (Oração da Colecta).
Caríssimos, em Maria Imaculada nós contemplamos o reflexo da Beleza que salva o mundo: a beleza de Deus que resplandece sobre a face de Cristo. Em Maria esta beleza é totalmente pura, humilde, livre de qualquer soberba e presunção. (...)
(Solenidade da Imaculada Conceição da Bem-Aventurada Virgem Maria, Bento XVI, "Angelus" - Praça de São Pedro, Segunda-feira, 8 de Dezembro de 2008)

quinta-feira, 1 de dezembro de 2011

3º Dia
NOVENA DA IMACULADA CONCEIÇÃO
No caminho do Advento brilha a estrela de Maria Imaculada, "sinal certo de esperança e de conforto" (Conc. Vat. II, Const. Lumen gentium, 68). Para chegar a Jesus, luz verdadeira, sol que dissipou todas as trevas da história, precisamos de luzes próximas de nós, pessoas humanas que reflictam a luz de Cristo e iluminam assim o caminho a percorrer. E qual pessoa é mais luminosa do que Maria? Quem pode ser para nós estrela de esperança melhor do que ela, aurora que anunciou o dia da salvação (cf. Enc. Spe salvi, 49)? Por isso, a liturgia nos faz celebrar (...), na proximidade do Natal, a festa solene da Imaculada Conceição de Maria: o mistério da graça de Deus que envolveu desde o primeiro momento da sua existência a criatura destinada a tornar-se a Mãe do Redentor, preservando-a do contágio do pecado original. Olhando para ela, nós reconhecemos a altura e a beleza do projecto de Deus para cada homem: tornar-se santos e imaculados no amor (cf. Ef 1, 4), à imagem do nosso Criador.
Que dom grandioso ter como mãe Maria Imaculada! Uma mãe resplandecente de beleza, transparente ao amor de Deus. Penso nos jovens de hoje, que cresceram num ambiente saturado de mensagens que propõem falsos modelos de felicidade. Estes jovens correm o risco de perder a esperança porque com frequência parecem ser órfãos do verdadeiro amor, que enche a vida de significado e de alegria. Este foi um tema muito querido ao meu predecessor João Paulo II, que muitas vezes propôs Maria à juventude do nosso tempo como "Mãe do belo amor". Infelizmente muitas experiências nos dizem que os adolescentes, os jovens e até as crianças são vítimas fáceis da corrupção do amor, enganados por adultos sem escrúpulos que, mentindo a si mesmos e a eles, os atraem para os becos sem saída do consumismo: também as realidades mais sagradas, como o corpo humano, templo do Deus do amor e da vida, se tornam assim objectos de consumo; e isto acontece sempre mais cedo, já na pré-adolescência. Que tristeza quando os jovens perdem a admiração, o encanto dos sentimentos mais belos, o valor do respeito do corpo, manifestação da pessoa e do seu mistério insondável!
Maria, a Imaculada que contemplamos em toda a sua beleza e santidade, recorda-nos tudo isto. Da cruz Jesus confiou-a a João e a todos os discípulos (cf. Jo 19, 27), e desde então tornou-se Mãe de toda a humanidade, Mãe da esperança. A ela dirigimos com fé a nossa oração, (...). Maria Imaculada, "estrela do mar, brilha sobre nós e guia-nos no nosso caminho!" (Enc. Spe salvi, 50).
(Solenidade da Imaculada Conceição da Bem-Aventurada Virgem Maria, Bento XVI, "Angelus" - Praça de São Pedro, 8 de Dezembro de 2007)

quarta-feira, 30 de novembro de 2011

2º Dia
NOVENA DA IMACULADA CONCEIÇÃO
(...) «Alegra-te, ó cheia de graça: o Senhor está contigo» - diz o mensageiro de Deus, e deste modo revela a identidade mais profunda de Maria, o «nome», por assim dizer, com que o próprio Deus a conhece: «cheia de graça». Esta expressão, que nos é tão familiar desde a infância porque a pronunciamos todas as vezes que recitamos a «Ave-Maria», oferece-nos a explicação do mistério (...) [da Imaculada Conceição]. De facto, Maria, desde o momento em que foi concebida pelos seus pais, foi objecto de uma singular predilecção da parte de Deus, o qual, no seu desígnio eterno, a escolheu para ser a mãe do seu Filho feito homem e, por conseguinte, a preservou do pecado original. Por isso o Anjo dirige-se a ela com este nome, que literalmente significa: «desde o início cheia do amor de Deus», da sua graça.
O mistério da Imaculada Conceição é fonte de luz interior, de esperança e de conforto. No meio das provações da vida e sobretudo das contradições que o homem experimenta dentro de si e à sua volta, Maria, Mãe de Cristo, diz-nos que a Graça é maior que o pecado, que a misericórdia de Deus é mais poderosa que o mal e sabe transformá-lo em bem. Infelizmente todos os dias experimentamos o mal, que se manifesta de muitos modos nas relações e nos acontecimentos, mas que tem a sua raiz no coração do homem, um coração ferido, doente e incapaz de se curar sozinho. A Sagrada Escritura revela-nos que na origem de cada mal está a desobediência à vontade de Deus, e que a morte ganhou domínio porque a liberdade humana cedeu à tentação do Maligno. Mas Deus não falta ao seu desígnio de amor e de vida: através de um caminho de reconciliação longo e paciente preparou a aliança nova e eterna, selada no sangue do seu Filho, que para se oferecer a si mesmo em expiação «nasceu de mulher» (Gl 4, 4). Esta mulher, a Virgem Maria, beneficiou antecipadamente da morte redentora do seu Filho e desde a concepção foi preservada do contágio da culpa. Por isso, com o seu Coração imaculado, Ela diz-nos: confiai-vos a Jesus, Ele salvar-vos-á. (...)
(Solenidade da Imaculada Conceição da Bem-Aventurada Virgem Maria, Bento XVI, "Angelus" - Praça de São Pedro, Quarta-feira, 8 de Dezembro de 2010)

terça-feira, 29 de novembro de 2011

1º Dia
NOVENA DA IMACULADA CONCEIÇÃO
(...) o que significa que Maria é "Imaculada"? E o que diz a nós este título? Antes de mais, façamos referência aos textos bíblicos da liturgia hodierna, especialmente ao grande "afresco" do terceiro capítulo do Livro do Génesis e à narração da Anunciação do Evangelho de Lucas. Depois do pecado original, Deus dirige-se à serpente, que representa Satanás, amaldiçoa-a e acrescenta uma promessa: "Farei reinar a inimizade entre ti e a mulher, entre a tua descendência e a dela. Esta esmagar-te-á a cabeça, ao tentares mordê-la no calcanhar" (Gn 3, 15). É o anúncio de uma vitória: Satanás, no início da criação parece estar em vantagem, mas virá um filho de mulher que lhe esmagará a cabeça. Assim, mediante a descendência da mulher, o próprio Deus vencerá. Aquela mulher é a Virgem Maria, da qual nasceu Jesus Cristo que, com o seu sacrifício, derrotou de uma vez para sempre o antigo tentador. Por isso, em muitos quadros ou imagens da Imaculada, Ela é representada no acto de esmagar uma serpente sob os seus pés. Ao contrário, o Evangelista Lucas mostra-nos a Virgem Maria quando recebe o anúncio do Mensageiro celeste (cf. Lc 1, 26-38). Ela aparece como a humilde e autêntica filha de Israel, verdadeira Sião na qual Deus quer estabelecer a sua morada. É o rebento do qual deve nascer o Messias, o Rei justo e misericordioso. Na simplicidade da casa de Nazaré vive o "resto" puro de Israel, do qual Deus quer fazer renascer o seu povo, como uma árvore nova que estenderá os seus ramos no mundo inteiro, oferecendo a todos os homens frutos bons de salvação. Diferentemente de Adão e Eva, Maria permanece obediente à vontade do Senhor, pronuncia o seu "sim" total e põe-se plenamente à disposição do desígnio divino. É a nova Eva, verdadeira "mãe de todos os vivos", isto é, de quantos pela fé em Cristo recebem a vida eterna.
Queridos amigos, que imensa alegria ter por mãe Maria Imaculada! Cada vez que experimentamos a nossa fragilidade e a sugestão do mal, podemos dirigir-nos a Ela, e o nosso coração recebe luz e conforto. Também nas provações da vida, nas tempestades que fazem vacilar a fé e a esperança, pensemos que somos seus filhos e que as raízes da nossa existência afundam na graça infinita de Deus. A própria Igreja, embora exposta às influências negativas do mundo, encontra sempre nela a estrela para se orientar e seguir a rota que lhe foi indicada por Cristo. (...)

(Solenidade da Imaculada Conceição da Bem-Aventurada Virgem Maria, Bento XVI, "Angelus" - Praça de São Pedro, Terça-feira, 8 de Dezembro de 2009)

sábado, 26 de novembro de 2011

O Mosteiro Concepcionista de Campo Maior
tem NOVA ABADESSA

Decorreu, nos passados dias 24 e 25 de Novembro, a Visita Canónica à comunidade monástica das Concepcionistas de Campo Maior, realizada por Sua Excia Rev.ma o Sr. D. José Francisco Sanches Alves, Arcebispo de Évora, de que depende a comunidade.
No final da Visita, na tarde de dia 25, reuniu o capítulo monástico para a eleição da abadessa e seu Discretório (conselho), para o próximo triénio 2011/2014.

O capítulo electivo que, decorreu sob a presidência do prelado Eborense, teve o
seguinte resultado:
Abadessa:
Madre Maria Isabel da Santíssima Trindade
Vigária:
Madre Maria Teresa dos Anjos

1ª Discreta:
soror Maria Manuel da Anunciação

2ª Discreta:
soror Maria de Jesus Felício


Da esquerda para a direita:
sor Maria de Jesus (2ª discreta); Madre Maria dos Anjos (Vigária); Madre Isabel (Abadessa); sor Maria Manuel (1ª Discreta)

quarta-feira, 23 de novembro de 2011

PRESÉPIO DO MOSTEIRO DE CAMPO MAIOR
pode visitá-lo de
4 de Dezembro a 8 de Janeiro
telefone para o Mosteiro a combinar a visita
telefone: 268686615



quinta-feira, 17 de novembro de 2011

A Confederação de Santa Beatriz da Silva
da Ordem da Imaculada Conceição
tem nova Madre Coordenadora
No dia 16 de Novembro, a Madre Celina Arranz Hernán oic foi eleita Coordenadora da Confederação Santa Beatriz da Silva da Ordem da Imaculada Conceição, durante a V Assembleia Confederal celebrada no belo Santuário de Aránzazu (Guipúzcoa).
A Madre Celina pertence ao Mosteiro de Peñaranda de Duero (Burgos) e exerce o serviço de Madre Presidente da Federação de Nª. Srª. de Aránzazu de Cantabria.

Como Vice-coordenadora foi eleita a Madre Maria de la Cruz Alonso Paniagua oic, coordenadora cessante e actual Madre Presidente da Federação de Sta. Maria de Guadalupe
.

segunda-feira, 7 de novembro de 2011

O SACERDOTE “IMAGEM DE CRISTO”
“… deixai-vos transformar, adquirindo uma nova mentalidade, para poderdes discernir qual é a vontade de Deus: o que é bom, o que lhe é agradável, o que é perfeito.” (Rm 12, 2) e poderdes dizer com verdade e com a vida “Já não sou eu que vivo, mas é Cristo que vive em mim.” (Gl 2, 20).

“Cada época tem os seus problemas, mas Deus dá em cada tempo a graça oportuna para os assumir e superar com amor e realismo. Por isso, em toda e qualquer circunstância em que se encontre e por mais dura que esta seja, o sacerdote tem de frutificar em toda a espécie de boas obras, conservando sempre vivas no seu íntimo aquelas palavras do dia da sua Ordenação com que era exortado a configurar a sua vida com o mistério da cruz do Senhor. Configurar-se com Cristo comporta, ..., identificar-se sempre mais com Aquele que por nós Se fez servo, sacerdote e vítima. Na realidade, configurar-se com Ele é a tarefa em que o sacerdote há-de gastar toda a sua vida. Já sabemos que nos ultrapassa e não a conseguiremos cumprir plenamente, mas, como diz São Paulo, corremos para a meta esperando alcança-la (cf. Flp 3, 12-14).”
Homilia do Papa Bento XVI aos Seminaristas na XXVI JMJ de Madrid(20 de Agosto de 2011)

domingo, 6 de novembro de 2011

ORAÇÃO PELAS VOCAÇÕES SACERDOTAIS
Senhor Jesus, Bom Pastor,
que em obediência ao Pai
dais a vida pelas ovelhas,
concedei-nos as vocações sacerdotais
de que a Igreja e o mundo tanto necessitam.
Fazei que as nossas famílias e comunidades
sejam campo fértil, onde possam germinar.
Abençoai o trabalho apostólico
dos sacerdotes, catequistas e educadores
para que acompanhem a vocação sacerdotal
daqueles que escolheis
Dai aos jovens seminaristas a coragem de Vos seguir
e o dom de configurarem o seu coração com o Vosso.
E que Santa Maria, Vossa Mãe, Rainha dos Apóstolos,
os guie e proteja, até chegarem a ser
pastores consagrados a Deus e ao seu Povo.
ÁMEN.

quinta-feira, 27 de outubro de 2011

Madre Maria de la Cruz Alonso Paniagua oic foi reeleita Madre Presidenta de la Federação Bética Santa Maria de Guadalupe da Ordem da Imaculada Conceição.
Recordamos que a Federação se encontra em Assembleia desde o passado dia 24 de Outubro até ao próximo dia 28.

Mais informações em: www.oicbetica.org

sábado, 22 de outubro de 2011

Pintura de Santa Beatriz da Silva
que se venera na Igreja de São Francisco Xavier de Coloane,
Macau (China).

quinta-feira, 20 de outubro de 2011

Reportagem
sobre o Congresso Internacional do 500 anos
da Regra da Ordem da Imaculada Conceição



Apresentação da nova Biografia de
SANTA BEATRIZ DA SILVA

6ª feira - 21 de Outubro de 2011 pelas 20.30h
Monjas da Ordem da Imaculada Conceição
(ou Monjas Concepcionistas de Santa Beatriz da Silva)
MOSTEIRO DA IMACULADA CONCEIÇÃO DE CAMPO MAIOR

terça-feira, 18 de outubro de 2011

Nova Biografia de Santa Beatriz da Silva
«SANTA BEATRIZ DA SILVA»

Autor:
Senra Coelho
(P. Francisco José Senra Coelho,
presbítero da Arquidiocese de Évora)

ISBN: 978-972-30-1587-4
Nº Páginas: 80
Edição:
Preço: 9.00€
PAULUS Editora
Rua D. Pedro de Cristo, 10
1749-092 Lisboa
Tel. 218 437 620 | Fax 218 437 629 |
editor@paulus.pt

Descrição:
«O presente livro sintetiza alguns momentos importantes da biografia de Santa Beatriz, juntamente com outras informações que facilitam uma necessária contextualização da sua vida e da sua obra. [...] Não arrastará os leitores para visões romanescas. Fará referência ao estilo hagiográfico das primeiras biografias da santa (escritas no início do século XVI) e apresentará correcção geral quanto a dados históricos, dela e do tempo em que viveu. Datas e nomes relacionados com Santa Beatriz da Silva, por exemplo, são dados que convidam os leitores a peqsquizar sobre a sua época e, portanto, sobre ela própria».

segunda-feira, 17 de outubro de 2011

Originalidade de Santa Beatriz chega até hoje
17 out 2011 (Ecclesia)
A Ordem da Imaculada Conceição (OIC), fundada pela portuguesa Beatriz da Silva (séc. XV) introduziu “uma espiritualidade mariana inovadora”, referem as conclusões do congresso internacional OIC, realizado em Fátima, entre sexta-feira e domingo.
No documento final desta atividade celebrativa dos 500 anos da Regra da OIC – aprovada pelo Papa Júlio II, a 17 de setembro de 1511 – realça-se também “o precioso contributo da OIC na maré de reformismo das congregações monásticas” e “as estratégias da política régia, da nobreza e do poder local que, nos séculos XVI a XVIII, interferem na fundação de mosteiros femininos e sua sustentação no recrutamento de vocações e na execução dos fins espirituais e intuitos assistenciais dos beneméritos”.
Em declarações à Agência ECCLESIA, a irmã Maria Helena Martins Alexandre, da OIC, sublinha que estas iniciativas “dão a conhecer melhor o âmbito histórico em que viveu Santa Beatriz da Silva” e “ajuda os jovens a conhecerem uma vida diferente”.
Há 11 anos na comunidade de Viseu – umas das duas comunidades, juntamente com a de Campo Maior, que a Ordem da Imaculada Conceição tem em Portugal -, esta religiosa refere que o congresso “deu a conhecer a OIC” e, como consequência, “poderão surgir novas vocações” porque a ordem fundada por Santa Beatriz da Silva “é pouco conhecida em Portugal”.
Nascida em Portugal em 1437 e falecida em Toledo (Espanha) em 1492, com canonização em 1976, Santa Beatriz da Silva foi apresentada como “uma mulher forte” e “uma das mais ricas e interessantes do monaquismo peninsular, fonte de espiritualidade e de cultura”.
Com cerca de 200 participantes, neste congresso fez-se também referência ao papel divulgador de Santa Beatriz em relação à Imaculada Conceição.
A fundadora da OIC exerceu um “papel relevante nesse percurso doutrinal e vivencial, ao consagrar toda a sua vida e obra à Imaculada Conceição, na vivência integral dos valores espirituais humanos que esta incarna e inspira como modelo humano e feminino sempre atual e imitável”, pode ler-se.
Segundo as conclusões dos participantes, os “dinamismos criativos” apresentados no congresso devem “ser incentivados: olhar o passado, com rigor científico e histórico, no regresso às raízes e às fontes de sentido perene; olhar o presente, na vivência dos carismas ao serviço da comunhão e na procura da qualidade de vida contemplativa e da presença significativa no mundo; olhar o futuro, com renovada esperança, com paixão e entusiasmo”.
LFS
Conclusões do Congresso Internacional
da Ordem da Imaculada Conceição

1. Realizou-se, de 14 a 16 de Outubro de 2011 em Fátima, na Casa das Irmãs Concepcionistas ao Serviço dos Pobres, o Congresso Internacional «Ordem da Imaculada Conceição – 500 anos. Santa Beatriz da Silva: Estrela para Novos Rumos». Santa Beatriz da Silva inspirou o andamento dos trabalhos do Congresso, que decorreram em ritmo de conferências, painéis e debates e no qual participaram cerca de 50 conferencistas e 200 congressistas. As actas, cuja publicação ansiamos para breve, constituirão certamente abundante manancial de reflexão e provocação de novas investigações.
2. Na sessão de abertura, em que foi lida uma saudação particular do Presidente da República, o Presidente da Comissão Organizadora do Congresso, D. José Alves, situou-o em contextos eclesial, académico e social, apelando a que os 155 mosteiros e 3000 monjas da OIC espalhadas pelos quatro continentes sejam «cidadelas do Espírito», na bela expressão de Bento XVI. Seguiu-se a saudação da Coordenadora da Confederação de Santa Beatriz da Silva e a apresentação do programa pelo Presidente da Comissão Científica, José Eduardo Franco. O Cardeal Patriarca de Lisboa, D. José Policarpo, encerrou a sessão, desejando que o Congresso contribua para dar resposta aos actuais anseios de profundidade e contemplação e para voltar a dar uma alma à Europa.
3. Na conferência inicial, moderada por D. José Alves, o eminente historiador José Mattoso situou-nos no tempo de Santa Beatriz da Silva, um tempo simultaneamente de esplendor e auge da História pátria e de profunda crise social e económica. No contexto da profunda renovação da vida religiosa, a Obra religiosa de Santa Beatriz da Silva surge como um dos acontecimentos típicos da capacidade da sociedade peninsular para superar a crise da época.
4. O painel intitulado «Ordens, Congregações e Institutos Seculares», moderado por Hermínio Rico, abordou quatro tópicos nesta caminhada pela história. Na caracterização das Ordens Monásticas no século XV, Arnaldo Espírito Santo realçou o fundamento da sua espiritualidade na Regra de São Bento e o esforço de reformação dos mosteiros nas questões do governo e administração dos bens, na observância e instrução das religiosas. António de Sousa Araújo caracterizou as Ordens Mendicantes na vivência da pobreza enquanto comunidade e fraternidade solidária, disso resultando uma subsistência em tensão de instabilidade, fruto do trabalho ou da sua falta (mendicância). David Sampaio Barbosa situou o surgimento das Congregações Religiosas no século XIX, como carismas ao serviço da sociedade em áreas como as instituições sociais, a saúde e o ensino, dando atenção ao pobre, ao doente, à infância abandonada e sem instrução e à missionação. João Miguel Almeida salientou a missão dos Institutos Seculares à luz de uma espiritualidade de compromisso com uma vida no mundo coerente com os valores evangélicos, na qual ganha revelo a dimensão mariana.
5. A abrir o painel «Expressões de Contemplação», moderado por António Rego, Maria Filomena Andrade propôs caminhos de uma espiritualidade feminina sempre renovada e alicerçada nas respostas aos desafios da sociedade e da Igreja de então, à semelhança de Santa Beatriz da Silva. Maria Cristina Osswald referiu a expansão da iconografia da Imaculada Conceição na Pintura e na Escultura, a partir do Concílio de Trento e sua inspiração mais recente nos protótipos iconográficos de Nossa Senhora de Fátima e Nossa Senhora de Lourdes. Inês Maria da Santíssima Trindade e Maria Inês da Cruz caracterizaram a contemplação da concepcionista centrada em Cristo e inspirada nos passos de Maria, a sua vocação universal, a vivência do amor de Deus e o saber saboreado. Nuno Saldanha apontou novas formas de expressão da religiosidade e devoção na pintura do século XIX, mais na linha do novo gosto, aspirações, formas de piedade e devoção populares, do que nos temas clássicos da santidade.
6. No painel «Imaculada Conceição, Mulheres e Ordens Religiosas», sob a moderação de Cristiana Isabel Lucas Silva, Francisco José Senra Coelho situou a OIC no contexto de outras ordens femininas em Portugal, realçando as Bulas papais da Reforma da Observância Pré-tridentina, no seguimento do impulso dado, pelo Concílio de Constança em 1417, aos movimentos reformadores da vida religiosa. Aires Gameiro falou das mulheres nas cartas e biografia do alentejano São João de Deus, nascido aquando da morte de Santa Beatriz da Silva. Inspirado pela Mulher Maria Imaculada, São João de Deus procurou reabilitar as mulheres de modo integral e com dignidade. Carlos Alberto de Seixas Maduro relacionou a Imaculada Conceição, o Rosário e a viabilidade de Portugal na óptica do Padre António Vieira. No tempo da Restauração, coube um papel muito particular à Virgem do Rosário e à Imaculada Conceição na viabilidade de um país que voltava a nascer e a que Vieira juntava a esperança messiânica de que fosse a cabeça do mundo. A finalizar o painel, Susana Mourato Alves-Jesus abordou de modo interligado a Ordem do Carmo, as Mulheres e os Direitos Humanos. No quadro do contributo que as Ordens Religiosas sempre tiveram no longo processo de afirmação dos Direitos Humanos, a Ordem da Imaculada Conceição teve especial participação, nomeadamente quanto ao papel da mulher na sociedade e à salvaguarda dos seus respectivos direitos.
7. O segundo dia do Congresso iniciou-se com uma conferência de José Félix Duque, sob a moderação de David Sampaio Barbosa, em que o autor abordou a «Vida e Obra de Santa Beatriz da Silva», que nasceu por volta de 1437 em Campo Maior e faleceu em 1492 em Toledo. A sua vida dedicada à oração, à penitência e à caridade, marcada por uma grande devoção à Imaculada Conceição, inspirou a Obra que nos legou, iniciada na fundação do Mosteiro da Conceição em Toledo. A sua canonização em 1976, pelo Papa Paulo VI, significa o reconhecimento da santidade desta Mulher Forte, fundadora da OIC, uma das mais ricas e interessantes do monaquismo peninsular, fonte de espiritualidade e de cultura. Aqui se exprime igualmente a pertinência em considerar as mulheres como agentes activos das culturas e das sociedades, capazes de grandes realizações.
8. O sugestivo subtítulo «enlaces e desenlaces» do painel sobre a «OIC e as outras Ordens», moderado pela Susana Mourato Alves-Jesus, contou com o contributo de quatro especialistas. Ao questionamento da existência de uma regra primitiva concepcionista, José Garcia Santos analisou minuciosamente os meandros da sua evolução e conexão com outras regras inspiradoras e concluiu que a Regra OIC resultou de uma caminhada muito longa e com muitas dificuldades do carisma que Deus concedeu a Santa Beatriz da Silva, até ao reconhecimento, pelo Papa Júlio II em 1511, da «Regra das Irmãs da Conceição da Bem-aventurada Virgem Maria». Jacinto Guerreiro abordou a presença e memória das Ordens e Congregações Religiosas no Alentejo. Nos últimos cinco séculos, mesmo com o parêntesis secular da expulsão das Ordens do país, a mentalidade religiosa alentejana foi marcada pela presença de uma rede de instituições e famílias espirituais, em particular as Ordens Mendicantes, que tiveram enorme influência, quer nas manifestações e festas populares, quer no património cultural, pastoral e espiritual. Maria de Lúcia Brito Moura analisou o acolhimento e recepção das Ordens e Congregações Religiosas em Portugal, no período de 1834 a 1910 da Monarquia Constitucional. A Carta Constitucional, ao mesmo tempo que reconhece a religião católica como religião do Estado, põe fim às Ordens e Congregações Religiosas. Porém, neste ambiente de interdição, animosidade e discordância, algumas Ordens mantêm-se em situação de semi-clandestinidade até à expulsão definitiva em 1910. Zorán Petrovici apontou o caso da Madre Mercedes de Jesus, que a partir de 1966 liderou um movimento de regresso às fontes, conseguindo da Santa Sé algumas emendas que devolveram à OIC a espiritualidade concepcionista original, em substituição das referências ao espírito franciscano.
9. O painel «Carisma e Espiritualidade», moderado por Vítor Melícias, contou com duas participações. Manuel Curado ensaiou possíveis aproximações filosóficas à questão sobre quem auxiliou Santa Beatriz da Silva, a partir da lenda do baú que encerrou Santa Beatriz da Silva e de cuja caixa escura saiu com vida, através da ajuda da Senhora Branca. O mistério da lenda pode levar a relacionar a Senhora Branca com a Virgem Maria. José Eduardo Franco referiu as devoções ao Sagrado Coração de Jesus e ao Imaculado Coração de Maria, com apogeu no século XIX, como «espiritualidades quentes». Apresentou as raízes, a afirmação e a projecção dessas espiritualidades como propostas de vivência cristã, que revelam um Deus próximo, misericordioso, sensível e preocupado pelos homens, e que transportam consigo uma utopia de transformação do homem e da sociedade, comprometida com os homens e as mulheres de cada tempo.
10. Moderada pela Annabela Rita, a conferência de Joaquim Chorão Lavajo sobre «a Imaculada Conceição na Vida e Obra de Santa Beatriz da Silva» situou na história da Igreja a devoção do povo cristão à Imaculada Conceição, que teve o seu ponto culminante na definição dogmática de 1854. Santa Beatriz da Silva exerceu um papel relevante nesse percurso doutrinal e vivencial, ao consagrar toda a sua vida e obra à Imaculada Conceição, na vivência integral dos valores espirituais humanos que esta incarna e inspira como modelo humano e feminino sempre actual e imitável.
11. No painel moderado por Maria de Fátima Eusébio sobre a «recepção da Imaculada Conceição na arte e na cultura ibéricas», começou Sílvia Ferreira por apresentar, de modo visual, representações escultóricas de Nossa Senhora da Conceição no Barroco português, em particular no período pós-tridentino. De modo específico, ensaiou a interacção entre imaginária e obra de talha retabular, cujas expressões majestosas proporcionam o cenário espacial e estético para a sua condigna adoração. Annabela Rita destacou a importância da Imaculada Conceição no processo de legitimação da identidade nacional; esta tendeu a legitimar-se num plano espiritual, em que a Imaculada Conceição reconfigura a aliança entre o divino e o humano em que a colectividade se reconhece. Maria Isabel Morán Cabanas falou da presença de Santa Beatriz da Silva no teatro espanhol do século XVII como paradigmas de diálogos ibéricos. Salientou, em particular, a lusofilia do dramaturgo Tirso de Molina focalizada em D. Beatriz da Silva. É na boca do rei D. João II de Castela que o dramaturgo põe a célebre frase: «Beatriz, mulher tão bela, só a merece Deus».
12. O painel «Posteridade espiritual de Santa Beatriz da Silva», moderado por Manuel Joaquim Gomes Barbosa, contou com variadas presenças. Maria Núria Campos Vilaplana apresentou o carisma de Santa Beatriz da Silva vivido por Ángeles Sorazu (1873-1921). Esta mística concepcionista dos inícios do século XX viveu unida com Cristo, seu Esposo, pelo amor, meta de toda a concepcionista, e acentuou na sua vivência a devoção a Maria em quatro aspectos intimamente relacionados: Maria é Imaculada, é o Tempo de Cristo, é Esposa, é pobre de Javé. José Luís França Dória e João Luís Cabral Picão Caldeira, familiares da Madre Maria Isabel da Santíssima Trindade (1889-1962), apresentaram dois testemunhos sobre a fundadora das Irmãs Concepcionistas ao Serviço dos Pobres. Foram memórias vivas, vivências, registos e testemunhos familiares de quem conviveu de perto com a Madre Maria Isabel. Maria Ferraz Barbosa Santos referiu-se ao estabelecimento da OIC na América portuguesa, através da primeira presença, no século XVIII, do Convento da Lapa no Brasil. Joaquín Dominguez Serna falou de Santa Beatriz da Silva e a OIC, salientando o seu carisma monástico e contemplativo, centrado na Imaculada Conceição, e a íntima ligação com a Ordem Franciscana.
13. O terceiro e último dia do Congresso começou com a conferência de João Francisco Marques sobre «a OIC e as Ordens Religiosas femininas na Modernidade», sob a moderação de Francisco José Senra Coelho. O eminente historiador salientou, por um lado, o precioso contributo da OIC na maré de reformismo das congregações monásticas, introduzindo uma espiritualidade mariana inovadora, e a sua evolução nos séculos imediatos; por outro, referiu as estratégias da política régia, da nobreza e do poder local que, nos séculos XVI a XVIII, interferem na fundação de mosteiros femininos e sua sustentação no recrutamento de vocações e na execução dos fins espirituais e intuitos assistenciais dos beneméritos.
14. Depois de uma intervenção de Geraldo Coelho Dias, apontando o contributo singular de Cister para a Ordem Beneditina, teve início o painel «Ordens Religiosas e Pastoral», moderado por Joaquim Chorão Lavajo. Isidro Pereira Lamelas apontou o caso dos Mendicantes numa pastoral de cidade, com relevância histórica e actual da viragem pastoral específica da «fuga mundi» ao «ire per mundum» pregando o Evangelho da Paz, novidade trazida por S. Francisco de Assis e pela Regra Franciscana. José Antunes da Silva apresentou uma pastoral de missão de fronteira. As Ordens Religiosas são desafiadas a viver nas fronteiras da crença/descrença, dos pobres, das culturas e das religiões. Aqui, a missão requer um novo estilo de presença, que valorize a contemplação frente ao activismo, a colaboração face ao individualismo e o diálogo em oposição à conquista. Luís Machado Abreu situou as Ordens e Congregações no Portugal contemporâneo. Realçou as profundas e bruscas mudanças políticas no século XIX e XX, que tiveram forte repercussão nas Ordens e Congregações, em particular as deliberações de 1834 e 1910 de as eliminar do nosso pais. Salientou ainda a coragem e a criatividade que tiveram nas respostas aos desafios dos tempos adversos e das situações favoráveis.
15. «Actualidade da vida monástica» foi o tema da conferência de Mariano José Sedano Sierra, historiador vindo da Rússia, sendo moderador Augusto Moutinho Borges. Nos factores do mundo presente que interpelam a vida monástica, a crise de Deus constitui um desafio à paixão por Deus. Os monges, que têm como único fim a busca de Deus, são chamados de modo particular a contribuir para o regresso, de modo novo, à experiência do Deus vivo. Ícones vivos da invisível luz do Tabor, são chamados á oração transformadora em comunhão com todos os homens, à integração na vida comunitária e na Igreja, à grande solidariedade com os homens, à ecologia monástica e ao testemunho de ecumenismo radical na Igreja indivisa.
16. A sessão de encerramento, presidida por D. Ilídio Leandro, Bispo de Viseu, teve início com palavras agradecidas da Abadessa do Mosteiro de Campo Maior, a que se seguiu a leitura das conclusões por Manuel Joaquim Gomes Barbosa. José Eduardo Franco reiterou agradecimentos e objectivos do Congresso, entre eles a pretensão de dar cidadania académica a esta celebração jubilar. O Ministro Geral da Ordem Franciscana convidou os participantes a viver o presente com paixão, como Santa Beatriz da Silva, para olhar o futuro com renovada esperança. O Bispo de Viseu convidou igualmente os presentes a levarem na alma a contemplação de Deus e a integração de tudo no seu lugar, ao jeito das Irmãs Concepcionistas. A finalizar, D. José Alves prestou homenagem à equipa do CLEPUL pela fé, competência e coragem que colocou neste projecto e noutros de arrojo semelhante. O Congresso encerrou-se com a entoação de louvor «Salve Regina» por todos os congressistas.
17. As vertentes cultural e artística estiveram igualmente presentes durante o Congresso, através dos Coros Mozart de Viseu e Fórum Música de Lisboa, e da Banda de Investigação CLEPUL «Ai Deus e u é». De destacar ainda a apresentação de um documentário audiovisual sobre a OIC e o lançamento da obra monumental «Mosteiros e Conventos, Ordens e Congregações: 1000 anos de empreendedorismo cultural, religioso e artístico em Portugal», fruto da vontade extraordinária de um leque de jovens e competentes investigadores, liderados por José Eduardo Franco. A homenagem a João Francisco Marques, um dos maiores vultos na Historiografia Religiosa em Portugal, constituiu ainda momento de relevo cultural.
18. O Congresso encerra hoje, mas os dinamismos criativos aqui apresentados devem ser incentivados: olhar o passado, com rigor científico e histórico, no regresso às raízes e às fontes de sentido perene; olhar o presente, na vivência dos carismas ao serviço da comunhão e na procura da qualidade de vida contemplativa e da presença significativa no mundo; olhar o futuro, com renovada esperança, com paixão e entusiasmo, que só pode ser em Deus por intercessão da Imaculada Conceição. Só assim Santa Beatriz da Silva poderá ser verdadeiramente Estrela para Novos Rumos nas nossas vidas e instituições, na Igreja e na sociedade.
Fátima, 16 de Outubro de 2011

sexta-feira, 14 de outubro de 2011

José Mattoso sublinha capacidade de «encontrar soluções realistas» demonstrada ao longo dos séculos
Especialista classifica obra de Santa Beatriz da Silva
como reação para superar «crise da época»

LFS/Ecclesia | José Mattoso 14 out 2011 (Ecclesia) – O historiador José Mattoso disse hoje em Fátima que a obra religiosa de Santa Beatriz da Silva, do século XV, surge como um dos acontecimentos “típicos da capacidade de reação peninsular na superação da crise da época”.
Na conferência inaugural do Congresso Internacional dos 500 anos da Ordem da Imaculada Conceição (OIC), sobre «O tempo de Santa Beatriz», a decorrer em Fátima, no auditório das Irmãs Concepcionistas, de hoje até domingo, o especialista referiu também que as crises sociais e económicas, “mesmo as mais graves, constituem um desafio e até estímulo à renovação da sociedade”.
Neste congresso - com cerca de duas centenas de participantes - o orador ao fazer referência à crise atual, ainda que desconhecendo “as suas dimensões e as suas consequências”, recordou outras crises na história: “Algumas fizeram vítimas, mas também enriqueceram experiências de vida e ensinaram a encontrar soluções realistas, eficazes e abrangentes”.
Assinalando 500 anos da aprovação da Regra da OIC pelo Papa Júlio II, Mattoso referiu que na versão vulgar da historiografia portuguesa se considera que o século XV “como o tempo de esplendor”.
No entanto, afirmou o historiador, nesta época existiu “uma profunda crise social e económica que só a muito custo foi efetivamente superada” e um dos seus aspetos “mais esquecidos” é o da “profunda renovação da vida religiosa, tanto mais vigorosa, quanto mais contrastante com a decadência e até corrupção das ordens antigas e da hierarquia eclesiástica”.
Beatriz da Silva, nascida por volta do 1437 em Campo Maior, viveu desde os 14 anos em reclusão no mosteiro de São Domingos de monjas dominicanas, em Toledo (Espanha), alcançando em 1489, uma primeira aprovação papal para a sua comunidade monástica através da bula ‘Inter Universa’, do Papa Inocêncio VIII, mas só após a sua morte (1492), a Ordem da Imaculada Conceição obteria a bula fundacional ‘Ad Statum Prosperum’, no ano de 1511.
Santa Beatriz foi canonizada pelo Papa Paulo VI a 3 de outubro de 1976.
LFS/OC